-¡NO QUE MUY CHINGONA!
Fue el mensaje anónimo que recibió una atleta, tras finalizar una carrera en la que no consiguió podio.
Cuando me lo contaron sinceramente sentí pena, no por la persona a la que querían hacerle pasar un mal momento, sino por quien se escondió detrás de un móvil desconocido y gastó su tiempo irritándose por logros ajenos y después se regocijó con un resultado que a su parecer no fue el mejor. Y me atrevo a escribir que a "su" parecer, porque evidentemente desconocía cuál era el objetivo del atleta en ese momento e incluso cómo pintaban sus días, y es que muchas de las veces, nos enfrascamos tanto en los resultados, que olvidamos que antes de ser un deportista, se es una "persona", quien al igual que tú y yo, también es hermano, hijo, amigo, estudiante...
Es por ello que ser atleta, es de valientes, porque muchos van intentarlo, pero pocos se atreverán e insistirán una y otra vez; en ocasiones obtendrán resultados satisfactorios, a veces tocarán fondo, porque competirán con deportistas mejores que ellos y es ahí, cuando la enseñanza será mayor, ya que tendrán que reconocer con humildad las fortalezas del otro y transformarlas en un ejemplo a seguir.
Hace poco leí un mensaje colocado en una placa del Centro Deportivo Olímpico Mexicano que decía lo siguiente:
Soy olímpico, no porque sea más fuerte
Soy olímpico, no porque sea más rápido
Soy olímpico, porque me gané ese honor
Soy olímpico, porque sé que otros pueden ser más rápidos y fuertes
Soy olímpico, porque con mi trabajo apoyo otros a lograr sus objetivos
Soy olímpico, porque no tengo miedo de intentarlo
Soy olímpico, porque estoy orgulloso de lo que he logrado y puedo lograr
Soy olímpico, porque lucho por ser mejor cada día
Soy olímpico, porque acepto la responsabilidad de serlo
Este texto es una invitación a ser "mejores personas" seamos deportistas o no, a perseverar en nuestros metas, a aventurarnos por aquellas cosas que Dios colocó en nuestro corazón, a ser impulso de otros y no, ancla. A superarnos, ¡siempre a superarnos! o en caso contrario, seremos esclavos de aquello que nos ha vencido.
-NO QUE MUY CHINGONA!!!
Mi respuesta como mamá de esa atleta es ¡SÍ!,
porque chingón es aquel que decide SUPERARSE a "SÍ MISMO" .
Por: Denisse Fernández Fentanes
@FénixRun_México

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