Llegó el día TAN DESEADO Y ESPERADO y sobre todo entrenado. Amaneció lloviendo dije nooooo porfas que se abra el cielo, correr con lluvia será más complicado.
Al estar en el punto de salida, dejo de lloviznar, foto aquí, foto allá, abrazos, puños de amistad. Pebetero olímpico encendido, de fondo el himno nacional y banderas de México hondeando. ES HOY, ES HOY. Emoción a mil.
Arrancamos con todo planeado, en qué kilómetro comenzar hidratación, en cuál zumbarme la primer gomita, la barrita…
¡Kilómetro 10 suena en mi app, llevo buen tiempo! Paso del 21k, la máquina me empieza a fallar. ¡Hago un escaneo qué pasa ISABEL! ¡Vamos! Lo estamos logrando… Mi cuerpo me dice: YA NO QUIERO y HAZLE COMO QUIERAS. ¡Mi paso va bajando, mi cabeza me dice NO PARES! ¡¡Si paras perderás el ritmo, para esto hemos entrenado!! sigue sigue. Mi corazón sacado de onda.
Y así comenzó una batalla que se me hizo eterna, aún podría conservar el paso, bastó con ver algunos “caídos en ruta para distraerme” Mientas mi cuerpo seguía en su drama de: VÁMONOS, ya que le haces, no la vas armar. PARÉ UNOS SEGUNDOS no sé en qué lugar estaba, sólo escuchaba a la gente, niños, viejos, familias… todos unidos en esta gran fiesta y me la estaba perdiendo. Tomé un respiro seguí con mi diálogo interno. Por momentos apretando el paso sólo en desear llegar a los 30k y retirarme.
Veo a lo lejos el SOUMAYA recordé que ahí siempre sale la transmisión en VIVO y que había prometido MANDAR SALUDOS sobre todo a mi pequeña menor. ¡Qué! ¡Y me verán así con mi cara de zombie a punto de tirar la toalla! No, no venimos para esto. APRETÉ EL PASO y SONREÍ A LA CÁMARA, no tenía la seguridad de que me vieran, pero elegí creer que lo hacían y eso me dio ánimo.
Continúe y continúe, muchos desconocidos dándome ánimos y palmadas en el hombro:
¡Vamos mujer! Ya lo tienes, no te rindas (Esto último se había convertido en un ECO) Varios de mi equipo me pasaban: ¡¡VAMOS ISA!! Sólo quería llegar al km 38 ahí estaba el equipo quería ver una cara conocida y que me recordará lo mucho que hemos compartido. Ahí Isaac un buen amigo me alcanzó, su energía, sus porras me levantaron.
Ryk otro buen amigo sale en el camino y me toma foto. QUERIA LLORAR. Ya no podía más, un cúmulo de cosas en la cabeza, sólo le mandaba a mis piernas que no pararan.
Cuando pase de ahí ya no faltaba nada, estaba por entrar al zócalo, se acabó ISABEL lo tenemos, no pares, ya no pares no importa si arrastras los pies, si vas a 7min el km SÓLO UN POCO MÁS.
VEO AL FIN LA META A UNOS METROS. ¡ALZO la vista al FIN VEO EL RELOJ, veo el tiempo y pum! UN BAJÓN QUE me dolió, muchas preguntas: ¡QUÉ PASÓ! 
Pensarán al leerme: ¡eso que! Lo acabaste…no seas dura, lo hiciste. Claro vencí mi mente que quería renunciar, el dolor y muchas cosas más. Pero no quedé satisfecha conmigo porque se trabajó este maratón. Desmañanadas, entrenamientos y esperaba otro resultado.
Hoy doy gracias por permitirme haberlo completado como sea. Porque quizás pudo haber sido otro el resultado. UN MARATÓN se respeta y te sorprende, pero sobre todo ENSEÑA. JAMÁS DES POR HECHO NADA, aprendí tanto en esas horas, fui mi mejor porra y la peor. Hoy ya puedo hablar desde lo DARK de un maratón, así como también lo genial que es. LO VIVÍ. Ya había leído y escuchado sobre esto y es verdad. SI PASA: “Por más entrenados que estemos si no es el día no lo es” ESCÚCHATE.
Ya solté, agradecí y estoy lista para continuar, carreras muchas, este vehículo del alma UNO.
Gracias por este gran aprendizaje en movimiento. GRACIAS MI TERCER MARATÓN.
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