Muchos años tuvieron que pasar para tomar unos tenis y encontrarme en el camino. Y digo encontrarme porque eso es lo que me ocurrió pisando un par de tenis.
Un día cansada de la monotonía, después de años de crisis de salud, de malos hábitos en todos los sentidos salí de mi casa así sin pensarlo, me até las agujetas y dije: Ahorita vengo voy a correr. ¿A dónde? A correr. Sin saber cómo hacerlo correctamente pues no estiré ni calenté, mucho menos troté, no hubo nada de eso, me la aventé al estilo Forest Gump. Bajé una app, puse iniciar y vámonos. Salieron 3km sin parar. En ese momento qué iba a saber del tipo de pisada que era o de tenis, marcas, geles. NADA. Sólo el asfalto y yo. Me sentía tan bien, libre y poderosa, los resultados comenzaron a notarse en mi cuerpo, en mi estado de ánimo… Quería contagiar a todos de esta pasión que estaba descubriendo.
Claro, a los 3 meses la rodilla protestó ¡OBVIO! Correr 5 a 7 días, 30min sin técnica, sin calentar. Tuve que dejarlo un mes para recuperarme con consejos de una amiga maratonista, empecé a leer acerca de cómo empezar a correr de cero, conocí redes de corredoras, blogs, revistas, quería saber todo sobre running.
Volví paso a paso y esta vez quise hacerlo como se debe, una mañana de Agosto me levanté a encender la TV como niña cuál Chabelo en los 80s y ví EL MARATÓN CDMX. Ese día tocó un maratón con lluvia. Se me nublaron los ojos de emoción, mi corazón latía y pensé: Un día estaré ahí corriendo 42.195km, mi hijo en ese entonces de 6 años me preguntó: ¿Qué ves mamá?
-El maratón de México y sabes... un día mamá estará ahí corriendo ya lo verás.
Comencé a enamorarme de todo lo que fuera CORRER, ahora sé que no fue un par de tenis, kms o ropa deportiva, me estaba enamorando de "mí" en el amanecer o con la luna de compañera.
Pasó el tiempo y ya estaba súper enganchada, hice algunas carreras de 5k y 10k, mejorando tiempos, mis hábitos ya eran otros y ¡PUM! Una prueba de embarazo positiva viene una bebé. Pospuse la idea de hacer mi primer maratón ese año.
Pero corrimos juntas hasta mis cinco meses de embarazo por tema de salud. Nació hermosa y sana, esperé la cuarentena y de nuevo vamos de cero… sabía que podía hacerlo “ya lo hice una vez y no lo dejaré porque es parte de amarme” Pasé por una prueba muy difícil. Como dicen por ahí la vida me dio un frentazo: Te haré fuerte CORRIENDO. Y es ahí donde comenzó con más fuerza, si bien correr no es la salvación ni respuesta, si es una herramienta más, junto con otras para SALVARTE A TI y como digo mucho ESTAR TU CONTIGO.
Me descubrí viajando a ciudades con gente nueva, kms y kms me acompañaron en las mañanas, tardes y noches. Escuché tantas historias de pena y de gloria, textos etc… Entrené con mucha dedicación aprovechando cuánta oportunidad tenía, conocí los TRAILS y finalmenté logré mi primer MARATÓN. Pero esa es otra historia.
Hoy a 8 años de ser corredora sigo diciendo lo maravilloso que es, lo mucho que amo hacerlo y sumando experiencias de vida a través de esta pasión. Con glorias, con tropiezos, cambios de ruta pero siempre disfrutando el camino. Esa perfecta armonía entre: cuerpo mente y corazón, agradezco y bendigo todo lo que me llevó a conocerlo.
LA VIDA ES COMO UN TRAIL; CON CUESTAS, CON TERRENOS MIXTOS, BAJADAS PRONUNCIADAS, PIEDRAS EN EL CAMINO, TAL VEZ TE TOQUE LLUVIA O DEMASIADO SOL, PERO SIEMPRE VALDRÁ CADA PISADA PARA DISFRUTAR EL CAMINO QUE TE LLEVA A LA META. Soy Isabel y soy corredora #FénixRun  | 
TWITTER: @publivora
INSTAGRAM: @habitacontigo
Comentarios
Publicar un comentario