Hace poco me preguntaron cuándo comencé a correr, a lo que respondí sin pensarlo:
-No se trata de mi, sino cómo el running tocó mi vida.
En mi opinión todo corredor tiene una historia que inspira y que al escucharla pienso ¡wow este individuo es un crack!. Sin embargo mi historia es distinta, las circunstancias me llevaron de pequeños pasos a cambios inesperados, todo inició por una invitación; llevaba más de 5 años atemorizada por la epilepsia padecida de una de mis pequeñas y un día de esos difíciles, me dijeron "intenta", por suerte encontré un par de tenis sin usar por varios años y simplemente ¡decidí salir a correr! dí un paso, dos, tres...que al final, sumaron 15 minutos.
Esos quince minutos fueron mi gloria, aunque debo confesar que el inicio fue todo un martirio. Al cabo de un mes, pude sentirme un poco más ligera, por primera vez me gustaron mis piernas, lucían ligeramente torneadas y me atreví a usar un colorido vestido.
Los días pasaron y se convirtieron en meses, los quince minutos se transformaron en media hora, noté que la ruta que habitualmente recorría la terminaba cada vez más rápido, así que decidí ampliar mis horizontes y con gran sorpresa me descubrí en lugares que jamás pensé explorar "CORRIENDO", para ser sincera nunca me pasó por la cabeza, mucho menos me había percatado de todos esos runners, que al igual que yo vivían y peleaban su propia batalla.
Fue inevitable enamorarme de tan bello deporte, mi mente estaba serena, mi humor era más relajado, aquello que me preocupaba dejó de ser mi foco de atención, ahora veía la vida con mayor alegría y soltura, las puestas de sol me hicieron pensar que venían mejores días y que el proceso había iniciado.
Han pasado poco más de cuatro años desde aquella primera vez, los días grises en ocasiones me acompañan, sin embargo siempre mejoran "CORRIENDO".
El running me ha acercado a personas magníficas, quienes me enseñan día con día que "es posible" , porque en ocasiones mi mente duda, es humano y también es de runners alentarnos.
Correr me regresó la libertad, esa libertad genuina que pierdes cuando te sumerges en la monotonía de una rutina. Correr se convirtió en una exigencia, en ese algo que te envuelve y te reclama ser mejor, no sólo me refiero a tu marca personal, sino a mejorar como individuo, aprender a amarte, a reconocerte, a ser capaz de confrontar tus miedos y convertirte en lágrimas cuando finalmente conquistas esa meta a la que dedicaste tiempo, energía y trabajo duro.
No, no me preguntes cuándo comencé a correr, pregúntame cómo me siento después de hacerlo, porque correr implica algo más que poner un pie delante de otro consecutivamente durante varios kilómetros, correr es disciplina, es transformación, es liberarte , es salud.
Para mi correr...¡CORRER ES VIDA!
Por Denisse Fernández.
twitter @d3ni553_ff @FénixRun_México
Yo también soy un corredor como tú, gracias por compartir tu experiencia, todos necesitamos alimentar nuestra mente y nuestro corazón.
ResponderBorrarAdelante en este proceso que sea de mucha bendicion para ti porque ya es para los que te leemos.